Un dispositivo EMS también se llama estimulador muscular: es un dispositivo que imita los esfuerzos atléticos. El dispositivo consta de un dispositivo (normalmente alimentado por batería) que genera débiles impulsos eléctricos, y al que están conectados unos electrodos que se pegan en la piel al nivel de los músculos que se quieren estimular.
A través de los electrodos colocados en la piel, el dispositivo envía pequeños impulsos eléctricos a los nervios motores que controlan los músculos. Esos nervios, a su vez, indican a los músculos que se contraigan.
De este modo se pueden entrenar músculos y grupos de músculos de forma muy específica con un dispositivo EMS. Por ejemplo, para reconstruirlos después de una enfermedad, accidente o lesión, pero también para deportistas que quieran entrenar más un grupo muscular específico.
¿Cómo se utiliza un dispositivo EMS?
Los dispositivos EMS modernos son muy fáciles de usar. Contienen varios programas preinstalados diseñados específicamente para determinados objetivos de entrenamiento: por ejemplo, entrenamiento de resistencia, desarrollo muscular, desarrollo de fuerza dinámica, mejora de la circulación o preservación de los músculos después de lesiones. La mayoría de las máquinas también cuentan con programas de recuperación y masajes. Por lo tanto, no es difícil adaptar una máquina EMS a sus necesidades.
Puede utilizar el dispositivo en casa o incluso en el trabajo, pero para obtener resultados óptimos del tratamiento, es mejor consultar previamente a su médico o fisioterapeuta.
Comenzando con EMS en 5 pasos
1. Limpia tu piel y aplica los electrodos StimPads en el lugar correcto.
2. Conecte los electrodos StimPads al dispositivo EMS.
3. Seleccione el programa adecuado y establezca la intensidad.
4. Comience.
5. Limpia los electrodos, limpia tu piel y dale a tu cuerpo el descanso que necesita.
Nota: ¡aplique los electrodos sobre la piel limpia!
Es importante aplicar los electrodos sobre la piel limpia y seca. De esta forma, la conducción funciona mejor y los electrodos duran más. Por lo tanto, debes limpiar tu piel previamente, por ejemplo con un spray limpiador especialmente diseñado. Para que los electrodos se adhieran mejor, puedes humedecer ligeramente la piel con el dedo.
Nunca coloque un electrodo sobre piel rota o irritada. No use los electrodos mientras se baña, ducha o nada.
Consejo:
Guarde sus electrodos en el refrigerador. De esta manera se mantienen utilizables por más tiempo.